¿Qué es un té con flores?

Para el té de jazmín, las hojas de té verde utilizadas generalmente se cosechan y se procesan en abril. Este té verde luego se almacena hasta el mes de agosto, época de la cosecha de jazmín. Las flores de jazmín se recogen a media tarde y se dejan reposar durante algunas horas, el tiempo necesario para la floración completa de las flores y la caída de la temperatura. Luego se realiza una primera mezcla de las hojas de té secas y las flores, alternándolas en cuatro o cinco capas de 10 a 15 cm de espesor cada una.

Las hojas de té y las flores se dejan en contacto durante unas diez horas, lo que permite la transferencia por ósmosis del aroma floral del jazmín a las hojas de té verde. Durante este tiempo, la mezcla se revuelca regularmente para que la temperatura del montículo se estabilice alrededor de los 37°C. Luego se retiran las flores manualmente una a una, más o menos finamente según la calidad del té deseado, y las hojas pasan por un último secado. Para las mejores calidades de té de jazmín, esta operación puede repetirse hasta siete veces, utilizando un nuevo lote de flores frescas en cada ciclo.

Entre arte floral y placer de la degustación: las flores de té. Para realizar la forma más famosa y lúdica del té, las flores de té, brotes de té cubiertos de vello, son ensambladas por las hábiles manos de las trabajadoras. Atadas en pequeños racimos con hilos de algodón blanco, las guirnaldas y los ramos de flores se insertan en su centro.

Los pequeños ramos luego se cierran alrededor de este corazón floral, formando una bola esculpida que se envuelve en un pedazo de tela para mantenerla en forma y eliminar el exceso de humedad.

Así formadas, las flores se colocan en una estufa para ser secadas.

Para disfrutar de este espectáculo fascinante, basta con infusionar una bola en un vaso transparente o una tetera de vidrio.