Tés japoneses
Con su cultivo, su manufactura y su elaboración específicas, Japón ofrece perfiles aromáticos marcados y únicos. Las principales variedades producidas son Sencha, Matcha, Gyokuro y Tamaryokucha.

Tés verdes de Japón
Los tés verdes japoneses se diferencian de los de otros países por una particularidad en su modo preparación: la «fijación». Esta operación, que, tras dejar marchitar las hojas al aire libre, tiene por objeto interrumpir el proceso de oxidación de las hojas, se realiza aquí al vapor, a diferencia del método chino, que utiliza calor seco. Los tés japoneses son el resultado del método de cultivo utilizado y de su proceso de transformación.
Cada año, a principios de verano, celebramos la llegada de los Grands Crus. Estos tés, que proceden de las primeras cosechas del año, a menudo nos llegan en lotes privados. Exudan aromas con sabores marinos y yodados, con agradables matices frutales, mantecosos, avainillados... Es la época del año ideal para descubrir estos refrescantes tés, que, para los amantes del té, tienen un sabor incomparable.
Matcha
En la actualidad, Japón produce casi exclusivamente tés verdes. El té verde matcha, asociado originalmente a la ceremonia del té, es ahora popular entre muchos consumidores y se consume en bebidas calientes o frías. Puede prepararse a la manera tradicional o como un latte. A muchos chefs también les gusta usarlo en sus recetas. Este té verde en polvo se elabora a partir de un Tencha, un té de color ámbar que primero se cuece al vapor y luego se seca, quitándole los nervios para evitar un amargor excesivo.
Tés ahumados de Japón
La familia Matsumoto san es productora de té en la región de Shizuoka desde hace varias generaciones. Su antepasado, un samurái, cambió su espada por herramientas para aprender a cultivar té. Hoy, su descendiente ha apostado por crear un té único. Es el único que produce, en lotes privados y por primera vez en Japón, tés ahumados de una finura inusitada a partir de madera exclusivamente japonesa.